domingo, febrero 08, 2009

Alborada



Se doblega la oscuridad a la luz
desde el inconciente donde fluyen los sueños.




Partiendo de un axioma, sé de antemano
que comienza la faena y encontraré motivos
para alzarme y buscar otra vez
esa mirada rebelde que justifica mi existencia.
Se refleja en un espejo y es mi juez.

En el rompimiento del silencio nocturnal,
renace un afán de crecer, como hierba de menta
o mastranto, que se regocija al saberse reverdecer
y habitarse de rocío.

Al asomarse el sol al horizonte, fabrico una ecuación
entre dormida, una ecuación parafraseada de mis versos
detenidos en instantes tristes, apasionados o simplemente
rindiéndole culto al amor.

Al iluminarse el mar, acaricio mi existencia, una vez más
y me rindo ante él, con las aves que despiertan
junto a mí, para cantarle al día nuevo.

Al abrir mis ojos, agradezco esta jornada que comienza,
porque es una oportunidad más, para llevar en mis manos
la tibieza y la dulzura que se han condensado,
mientras la luna vigilaba mis sueños
y contenidas estaban esperando la luz de la alborada.




Antonietta Valentina
2008

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