domingo, marzo 16, 2008

Te miro en el recuerdo de una tarde de marzo



Tengo perdida la mirada
el cuerpo recostado sobre el lecho
sin saber a donde va la tarde
ni encontrar el ritmo de tus besos.

Vagando el pensamiento entre los sauces
que lánguidos, suspiran ya desechos
el viento se menea vagabundo
aletargando el movimiento de mis huesos.

Adolorida la sonrisa, te recuerda
y dulce se le escapa algún suspiro
envuelve y se retuerce esta agonía
de tenerte presente en el olvido.

Por suerte me entretiene la guitarra
que mágica, se luce de improviso
y vuelven entonces, estos ojos
a encontrar tu imagen, sin permiso

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