Apuntando atónita con los dedos
las agujas que no avanzan
enmohecidas ramitas de un árbol
que fue huella
pisando a oscuras un suelo frágil
divagando entre beso y suspiro
caricia y desprecio
absorta, creo que arropo mi cuerpo
dejando se acerque, al fin
un ángel silente
inundando de luz aquel sucucho
que me pertenece
a socapa del mundo
como si no respirara, ni menos
soñara, mi cuerpo se deslíe
lentamente
intento recobrarme
recordando alfombras de margaritas
tendidas a mis pies
hubo entonces ternura
se habrá secado en alguna lágrima
desguarnecida mi estatura sin saber
donde voy, ni que equipaje llevar
solo divago recorriendo la noche
entre los brazos de hielo durmiente
intento despertar y sonreir
intento levantarme, pero
he quedado desterrada
de mi propio nombre
2006
domingo, marzo 16, 2008
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