domingo, marzo 16, 2008

Sábado ocho



Eramos solos,
porque sólos nos buscábamos
aún sin palabras
queríamos alejarnos y hacer nuestro

un instante


nos fuimos caminando y conversábamos
como siempre hacemos

porque en nuestro mundo

!ay nuestro mundo!

hay tanto que decir
tanto que hacer...

llegamos a la orilla
atardecía
con un atardecer extraño
porque el sol era el gran ausente

era el paisaje gris
el mar se confundía con el cielo

la bruma y las nubes
detallaban una fotografía

en blanco y negro con todos los matices

pero los besos, los besos saltaron de púrpura
los que pedí, haciendo un pare en nuestro paso suave

!esos besos!

eran letra, grito de amor
enjambre de labios sublimes

dulces muy dulces y profundos

el mar
el mar
era un compás
en nuestro duelo...

soñábamos y no sabíamos
que soñábamos...

fue un instante
como salpicado de estrellas


las sentí muy cerca
aunque no las vimos

era entrando la noche
sin el baile del sol sobre el mar

nos hizo falta sólo unos besos de sal y atardecer

para afirmarnos una vez más
juntos como locos

juntos, hasta el final de todos los mares
socegadamente juntos

para seguir después el camino

y retomar la ruta de siempre

pero juntos aún...

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