Y finalmente,
Termino acostumbrándome
a este amargo sabor en los labios
este raro aire
que no sé si viene de afuera
o si lo fabrico de hastío y desidia
Pregunto mil veces
Cómo sabrán mis besos?
Extraños y fugaces,
caprichosos plenos de deseos furtivos
al final, son esos mis besos
Ofrecerte otros no sé,
no hay otros labios ni más, ni menos felices
que mi boca de eterna angustia
besando tu boca mansa y dúctil
Mi corazón ermitaño, forastero
sin patria ni sobras,
sólo es mi corazón salvaje
de mujer embarazada en tus manos
Y finalmente mi rostro azulado,
preñado de sueños y amargos,
sí, los labios, los ojos
la piel, amando y extrañando en un nuevo,
amargo estadio.
Antonietta Valentina 2008
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Deja tu huella