martes, marzo 31, 2009
Como soñaste
No faltaba nada.
A cambio, sobraron:
un temblor de estreno,
voces y melodías,
aplausos y ovaciones,
rostros y perfumes,
tragos, miradas, tanto…
Nuestros rostros nuevos
con la euforia y la duda
inventada en ese instante.
Nosotros, éramos el único motivo
y todos los presentes estaban de más
porque hubo reunión de ángeles,
se encontraban con ellos:
Maritza y Horacio
celebrando nuestra danza.
Y el amor, el amor desbordaba
multiplicábase, como los peces
en la parábola del evangelio.
El pan y el vino abundaron también
y crecía la magia y nos entregábamos
con un temor distinto a todo aquel temor
jamás sentido…
Y brillaba una luz y éramos luz
éramos tango, y éramos poesía
éramos tú y yo
renovados
soñados
humildes y altivos.
Flotábamos en roces y suspiros,
nada existía.
El tiempo se detuvo,
te amé y me amaste
en la simpleza
de hacernos uno.
Y ya todo cambió
entrañablemente.
Como fue escrito,
allá en tus sueños…
Y ya todo cambió,
hemos sellado para siempre
el hacernos uno entre el bullicio,
en ser un todo, todo amor,
todo desborde, plenitud.
Antonietta Valentina
27/03/09
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Un reencuentro renovado, sellando para siempre el desborde de amor que les complementa ante el bullicio de la gente , bellas letras un sueño realizado.
ResponderBorrarBella, amiga, un beso grande, pasarè por tus letras.
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