martes, abril 10, 2007

He debido llamarte, Dulce




Dulce, voz de flauta
melodiosa desde mis entrañas
dulce, luz diamantina
esparcida como el mastranto
en mi campo de niña

Dulce, razón amaneciendo
corazón latiendo al compás
al ritmo de los pasos
de los besos
de mis ojos


Dulce, tu dulzura
mi reflejo
mi caricia primerisa
inexperta caricia

Caricia al fin
sembrada en mi vientre
temprana simiente

Al paso de los años
te encuentro aún asida a mi cintura
a este atragantado vivenciar
que a veces me reprocho
y tu acaricias tanto
dulce, dulce niña mía

y tu te vas soltando junto a mí
dejando tu perfume de flor bohemia
de flor madura
de flor bendita
de flor genuina


Debí llamarte Dulce
como tus ojos
como tus labios
como toda la dulzura que en ti habita

Dulce como primer nombre
Dulce como segundo
o simplemente Dulce

Antonietta Valentina
2007



Dedicado a mi hija Jennifer

4 comentarios:

  1. Pura dulzura esculpida en bellas letras. Comentarlas sería pecado.
    Gracias por escribir así.

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  2. Anónimo1:37 p.m.

    ¡No son hermosos los hijos!, siempre nos llenan de ternura al verles a los ojos.

    Daanroo Mattz

    Un placer leerle Srita. Antonietta.

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  3. Ufff Antonietta que me han saltado las lágrimas a los ojos por la emoción que motivó en mí tus letras.

    Bello...Bellísimo

    Un beso

    María Elena Ponce

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  4. HOLA
    Que bueno visitarte en tu rinconcito poetico. Un abrazo fuerte. Siempre es delicioso leerte y entrar en el universo apalabrado de tus silencios hechos gritos y poesia.
    Aprecios inmensos.

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