lunes, octubre 04, 2010

Y callar

La voz se ha hecho espesa e insípida,
cargada de melancolía y solitaria.
Voy a sembrar una hectárea de ilusiones
tulipanes, olivos y remedios de mil sabores
para no arrastrar con mi lamento
y esta sequedad de voz...
Me quiero ir en un soliloquio
y adormecerme del verso
porque ya me pesan los verbos
se enquistan entre mis sienes.
Me pesa tanto el mal decir que circunda
las fauces patinadas entre surcos
deificadoras de blasfemias
y conoidales caricias
ausentes de rectilíneas ovaciones.
Quiero estar en la planicie
del Tepuy más alto y más anciano
donde el tiempo se ha detenido.
Jamás estuvo el tiempo
jamás
en la planicie, donde jamás las lenguas
han atrapado un poema.
Sería como inventarlo, allá
en el perdido mundo de milenarias sombras.
Quiero estar, entretenida en el silencio
y ser sólo, piel, oídos, labios y mirada apaciguada
ser boca que bebe las aguas de todos los tiempos
despojar y despojarme de rostros almidonados
que transitan este otro lado del mundo
excesivamente habitado de culpas
desabitado de amor y ternura.
Retirarme al olvido más próximo
y reconciliarme con el ser
y no ser sino genuina voz escondida…


Antonietta Valentina
2010